Río de Janeiro, Brasil – En un partido que tuvo un comienzo de pesadilla, Estudiantes de La Plata demostró su resiliencia y consiguió un resultado vital para mantener viva la ilusión en la Copa Libertadores. A pesar de caer 2-1 ante Flamengo en el icónico estadio Maracaná, un agónico gol de Guido Carrillo en el último tramo del encuentro dejó la serie de cuartos de final completamente abierta para la vuelta en Argentina.
El «Pincha» vivió un auténtico calvario en los primeros minutos. El equipo brasileño, con un inicio arrollador, se puso rápidamente en ventaja con un demoledor 2-0 antes de los 10 minutos de juego, gracias a los tantos de Pedro y Guillermo Varela. La intensidad y precisión del ataque del «Mengão» hacía presagiar una goleada, sometiendo a un Estudiantes que no encontraba la forma de frenar a su rival y que parecía destinado a sufrir una derrota contundente.
Sin embargo, el destino del partido cambió drásticamente con una jugada polémica. La expulsión de Gonzalo Plata en el equipo local, aunque discutida, le dio un respiro y un nuevo aire al equipo de La Plata. Con un hombre más en el campo, Estudiantes ganó en confianza y, pese al dominio de Flamengo, se mantuvo firme en defensa. La recompensa a su resistencia llegó en el momento más oportuno, cuando Guido Carrillo, ya en tiempo agregado, aprovechó una oportunidad para marcar el 2-1 final, un tanto que vale oro por lo que representó el trámite del encuentro.
El resultado, que parecía una derrota dolorosa, se transformó en una inyección de moral. Estudiantes, con el factor cancha a su favor y el apoyo de su gente, se jugará la clasificación el próximo jueves en el estadio UNO de La Plata. Este gol de Carrillo no solo redujo la desventaja, sino que le dio al «Pincha» la esperanza real de remontar la serie y meterse entre los cuatro mejores equipos del continente.
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