El Deportivo Táchira podría estar a punto de concretar uno de los fichajes más resonantes del fútbol venezolano con la posible llegada de Adalberto Peñaranda. Con 28 años, el talentoso atacante venezolano se presenta como una apuesta de alto riesgo, pero con un potencial enorme. Su carrera, que prometía ser estelar, ha tenido un rumbo inconstante desde que deslumbró en Europa con el Granada y fue pieza clave de la histórica Vinotinto Sub-20 en 2017.
A pesar de su innegable habilidad, la mentalidad de Peñaranda fuera del campo le impidió consolidarse en la élite. Sin embargo, su regreso a Venezuela podría ser el catalizador que necesita para retomar el rumbo. El entorno familiar y la presión de un club grande como el Táchira podrían ofrecerle la estabilidad necesaria para que su talento vuelva a brillar.
Para el Táchira, la llegada de Peñaranda no es solo un fichaje, sino un mensaje claro de ambición. La directiva y la afición esperan que el atacante recupere su mejor forma y se convierta en el líder que necesitan para luchar por títulos, demostrando por qué, en su momento, fue considerado una de las mayores promesas del fútbol nacional.
